Es un proceso en el que se tiene que prestar la máxima atención, unos segundos pueden llevar al traste con toda la operación.
Para poder realizar toda esta operación, debe de desmontar al completo todo el carrete, limpiar toda la grasa y los restos de todo aquello que el paso del tiempo pueda haber dejado, pues si no se hace de esa manera, cualquier desperfecto quedará para siempre en el carrete, no pudiendo nuevamente volver a realizar el baño correspondiente para intentar eliminarlo.
Una vez los depósitos están llenos, se introduce la pieza durante unos 4 minutos, más tiempo es excesivo y puede terminar deshaciéndose la pieza en cuestión, terminada esta primera operación, se cambia el producto y se le aplica un segundo baño mucho más rápido que el anterior, pues en el primero ya se comió casi todo el anodizado, ya que es corrosivo casi puro, hay que tenerlo solo unos dos minutos
Cuando se baña la pieza, la reacción que produce es la salida de gran cantidad de espuma, puesto que el producto químico reacciona por acción.
Posteriormente se realiza un tercer baño, mucho más rebajado que los anteriores, casi no lleva producto químico, solo alcohol y griselina (vaselina) pero que en términos químicos da más suavidad y tapa el poro del metal, limpiándolo y no perjudicándolo.
Nos preguntamos por que platear un carrete, la repuesta es bien simple, primero al tener carretes como piezas tan trilladas que dan pena verlas escondidas en una caja, me pregunte como podía recuperarlas, lo mas simple es pintarlas pero no me convencía, al pertenecer el carrete o la pieza a una época que no habían pintadas, se me ocurrió dejarlos en su estado puro o natural del metal, no son originales pero teniendo en cuenta que realmente si hay sagarra plateado como el 80 ina que tiene original hecho por Manel Llorens, nuestro compañero Gegor Matyas de Torremolinos.
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